SEMILLAS DE LUZ

 

SECCIÓN DE SUELI CLARET


ÍNDICE:

MI PLAN DE SALUD Y FELICIDAD

Todos nosotros deseamos vivir una vida plena y abundante y disfrutarla con salud y alegría, ¿no es cierto?

   Bueno, eso no es posible si no desarrollamos todos las dimensiones de nuestro Ser. Para una vida plena y abundante hay que buscar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. O sea, si nuestra mente no es equilibrada, si no aprendemos a vivir con sabiduría, difícilmente los demás aspectos de nuestra vida serán satisfactorios.

Así que otro día algo que me pareció un proyecto bien interesante para seguir que seguro nos garantizaría uma vida más plena y abundante. Lo adapté y me gustaría compartir con nuestros lectores:

 

MI PLAN DE SALUD Y FELICIDAD

A partir de hoy:

 

1. Cada mañana al abrir los ojos me acordaré de ser agradecida, por el sol que brilla y revitaliza todo o por la lluvia que moja la tierra, abastece las nacientes y nos trae la vida. Por los pájaros que cantan y por la belleza de las flores...


2. Agradeceréalos amigos queson uma bendición siemprepresentes em mi vida, aunque sea enviándoles un bonito mensaje o llamándolos para decirle lo importantes que son para mí.


3. Seré más compasiva incluso conmigo misma y no juzga a nadie, pues cada uno hace lo que puede en su momento.


4. Viviré um día de cada vez, sin sufrir por lo que pasó ni tampoco angustiarme por el futuro, pues em realidad lo único que existe es el momento PRESENTE.


5. Voy a ser agradecida por cada cosa que pase en mi vida, sean alegres o tristes. Si son alegres, disfrutaré cada instante y si son tristes, sacaré el aprendizaje, pues TODO PASA...


6. Decido no reclamar por lo que no puedo cambiar y hacer lo que pueda para cambiar lo posible.


7. Seréinmensamenteagradecidapor todo lo quetengo, pues yaheaprendido quecuanto más agradecidos somos, más cosas buenas atraemos.


8. Cada día nutriré mi cuerpo con alimentos saludables y también con pensamientos alegres y con buenas energías. Pues está comprobado que alimentar en nuestra mente sentimientos negativos, rencores y o odios es una fuente de enfermedades físicas y emocionales. Yo expresa mi amor y gratitud a cada célula, a cada órgano o sistema de mi cuerpo que permiten a mi Espíritu manifestarse en este Plano.


9. Cada día haré aunque sea un gesto de amor y bondad para alguien, pues ese es el más seguro medio para que seamos felices: hacer el bien sin esperar nada a cambio. Y el Universo nos recompensará.


10. Viviré intensamente cada momento disfrutando de los pequeños placeres, sea leyendo um buen libro, uma bella poesía, disfrutando de la belleza de una puesta del sol, o mirando la inmensidad del cielo estrellado.

Acordémonos que el único responsable de nuestra felicidad somos nosotros mismos. No delegue esta responsabilidad a nadie. Y a cada mañana, mira bien em tus ojos al espejo y dile:

“Yo soy un ser radiante y bello, saludable y amoroso Yo decido que hoy soy muy feliz.

Hoy es el mejor día de mi mi vida. Gratitud...gratitud... gratitud



LA INMENSIDAD SIDERAL

     En la finca, en la zona montañosa, donde pasamos parte del tiempo, las noches siempre llaman nuestra alma a reflexiones profundas delante de tanta belleza y misterio… Y una certeza: somos parte de eso, vibramos en el mismo ritmo que las estrellas… como decía el poeta “somos polvo de las estrellas”. 
     Desde niña me encanta mirar el firmamento en las noches estrelladas. 
     Hoy la ciencia comprueba que todos somos energía, y estamos sujetos a las mismas leyes naturales que rigen el Universo. Y cuando no estamos conscientes de eso nos desarmonizamos y enfermamos. La ley de gravedad y de atracción, por ejemplo, mantiene a los planetas en su órbita y también atrae a nuestros cuerpos la salud o la enfermedad de acuerdo a lo que mantenemos en nuestra mente…y mirando el cielo podemos observar que todo pulsa, todo vibra, en una silenciosa canción de Amor… 
     Así me gustaría compartir con los lectores el texto abajo * y espero que disfruten:


 “Cómo puede alguien estar frente a todo esto y no sentirse bien? ¿Cómo no puedes ver tu propia inmensidad? ¿Cómo puede alguien estar ante el Universo y no sentirse parte de él? Somos estrellas en inevitable ascendencia. Luces que se encienden mientras desentrañan su propia esencia y conocen su amor nuclear. No importa en qué parte del Universo estemos. Incluso la inmensidad no nos define, es imposible definir el infinito
     La inmensidad es solo nuestro profundo reconocimiento de grandeza, filiación y gratitud.”
                                                                  * * * 
     Que nuestro Espíritu se lance al espacio y vea el gigantesco mecanismo rodando ante él: mundos y mundos, sistema tras sistema, en la sucesión infinita de Universos estrellados.           Oigamos, como Pitágoras, las armonías siderales en las amplias y rápidas revoluciones de las esferas. Contemplemos, en su realidad, los movimientos a la vez acelerados y regulares que realizan. 
      Observemos que una Ley universal suprema dirige estos mundos. 
   LA Vía Láctea desenrolla, como una banda inmensa, sus miles de estrellas, tan comprimidas, tan lejos que parecen formar una masa continua. 
     En todas partes, a medida que la noche se oscurece, aparecen otras estrellas, otras llamas se encienden como lámparas suspendidas en el santuario divino. 
   A través de las profundidades insondables, estos mundos intercambian sus rayos plateados. Nos impresionan desde la distancia y hablan un idioma mudo. 
     No brillan con el mismo esplendor, y el poderoso Sirio no puede compararse con la lejana Capilla. 
     Sus vibraciones tardan siglos en llegar hasta nosotros, y cada uno de sus rayos es como un canto, una melodía, una voz penetrante. 
     “Estas canciones se resumen de la siguiente manera: Nosotros también somos focos de vida, sufrimiento y evolución. Las almas, por miles, realizan en nosotros destinos similares al tuyo. 
     Sin embargo, no todos tienen el mismo lenguaje, ya que algunos son estados de paz y felicidad, y otros, mundos de lucha, expiación y reparación del dolor. 
     Al Hombre le gusta susurrar: ya te conocemos, alma de la inmensidad, yo ya estaba gravitando por estos lares ... 
     Otros todavía proclaman: Te esperamos, habitante sideral, con los brazos abiertos, cuando puedas estar aquí ... 
     Así, todas las estrellas nos cantan su poema de vida y amor, todas nos hacen escuchar una poderosa evocación del pasado o del futuro. 
     Son las moradas de la Casa de nuestro Padre, los escenarios, los soberbios faros de los caminos del infinito, y pasaremos, allí viviremos todos para que, un día, podamos entrar en la luz eterna y divina. 
     Un gran libro está abierto a nuestros ojos, y todo paciente observador puede leer en él la palabra del acertijo, el secreto de la vida eterna.
    ¡Espacios y mundos! ¿Qué maravillas te reserva? Inmensidades siderales, profundidades ilimitadas, dan la impresión de majestad divina. ¡En ti, en todas partes y siempre, hay armonía, esplendor, belleza! Ante ti, todo orgullo cae, todas las tontas glorias se desvanecen, se desvanecen ”. 


 *Extraído del Momento Espírita , basado en el poema Immensidões siderais, de Andrey Cechelero, en el cap. II del libro Dios en la naturaleza , de Camille Flammarion y en el cap. X, del libro The Great Enigma , de Léon Denis, ed. FEB. El 17.6.2021.




YA CONOCES LOS MUCHOS BENEFICIOS DE LA GRATITUD? 


Antes de empezar, me gustaría proponer algunas reflexiones: Medita y contesta sinceramente a ti mismo…

- ¿Eres una persona realmente agradecida?

- ¿La gratitud sincera es parte de tu vida?

- ¿Usted cree que ser agradecidos puede curarnos?

Últimamente he oído tantas veces hablar sobre la importancia y los beneficios de practicar la gratitud, que hoy resolví juntar algunos estudios sobre el tema y mis propias reflexiones sobre. Lo primero que podemos concluir, es que la gratitud es algo mucho más grande que decir simplemente “Gracias” a alguien que nos ha hecho o nos ha regalado algo bueno…

Según Wikipedia, “la  gratitud es el acto de reconocimiento de una persona por alguien que le prestó un beneficio, un auxilio, un favor etc. En un sentido más amplio, puede ser explicada también como reconocimiento por las situaciones y dádivas que la vida le ha regalado”.

Cuando era adolescente tuve la suerte de leer algunos libros que cambiaron totalmente mi manera de ver y vivir la vida. Así es que desde hace mucho tiempo vengo estudiando y practicando la gratitud como la mejor opción de vida, como un estado permanente que puede traernos muchos beneficios, una forma consciente de atraer y plasmar todo lo que deseamos en nuestra vida: salud perfecta, relacionamientos felices, abundancia y prosperidad… y mucho más… cosas materiales y espirituales…

Para mí la gratitud es un estado del alma. Es optar por terminar el día agradeciendo no solamente por lo bueno, por los momentos de felicidad vividos, sino también por lo malo, que siempre nos brinda la oportunidad de aprender algo. Es empezar el día dando gracias, anticipadamente, por la maravillosa oportunidad de empezar otra vez y ser y hacer hoy mejor que ayer.

Muchos estudios comprueban que adquirir el hábito de expresar gratitud no solo puede hacernos sentir mejor, sino que también puede reprogramar nuestro cerebro con efectos duraderos y provocar cambios beneficiosos en nuestro cuerpo. Según los científicos, la gratitud puede hacerte más feliz, bajar tu presión arterial, disminuir el dolor y mejorar tu sueño.

Podemos practicar la gratitud empezando por escribir un “diario de gratitud” donde cada día escribiremos por lo menos 5 cosas por las cuales somos agradecidos.

Expresar gratitud es parte del movimiento de "psicología positiva", que ha realizado muchos estudios en los Estados Unidos. Una de esas encuestas se llevó a cabo con 200 estudiantes y encontró que escribir listas de gratitud durante nueve semanas resultó en tasas de felicidad más altas y menos enfermedades físicas. Los estudiantes también se propusieron hacer más ejercicio porque se sentían mejor con la vida. En otro estudio, se pidió a los pacientes que tenían una variedad de enfermedades neuromusculares que escribieran cinco cosas por las que estaban agradecidos todos los días durante tres semanas. Aquellos que contaron sus bendiciones informaron menos dolor y mejor sueño que el grupo de control. En otro estudio se pidió a las personas que cultivaran sentimientos de gratitud y se observó una mayor activación en la corteza prefrontal, el área del cerebro asociada con la toma de decisiones y la recompensa social. Es que el estado de gratitud libera dopamina y oxitocina, importantes neuro transmisores responsables por la sensación de placer.

La investigadora Fuschia Sirois, de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, estudia la gratitud, la compasión y el papel de ambas en nuestra salud y bienestar y ha comprobado que la gratitud puede traer beneficios en situaciones de estrés continuo, específicamente en personas que viven con enfermedades crónicas con mucho dolor y deficiencias.

Otro de los efectos positivos comprobado es la mejora del sueño. "Las investigaciones sugieren que esto se debe a que la gratitud nos pone en un estado más positivo, abriendo nuestra perspectiva y permitiéndonos enfocarnos más en las cosas positivas y disfrutarlas, en lugar de enfocarnos en las preocupaciones del día, algo que puede interferir con nuestro sueño.

También está comprobado el efecto positivo de la gratitud sobre el sistema inmunológico: "La expresión de gratitud puede reducir nuestros niveles de estrés, porque nos hace ver las cosas desde una perspectiva más amplia en lugar de desde una visión estrecha de las cosas. La regulación de nuestra respuesta al estrés también tiene un impacto positivo en nuestros cuerpos, uno de ellos es la inflamación, que es un marcador importante del riesgo de desarrollar una serie de enfermedades crónicas ".

Por último, la gratitud puede alterar nuestra tendencia a hacer cosas saludables. Sirois analizó elementos como dormir bien por la noche, una alimentación saludable, ejercicio regular, manejo del estrés, reducción de la comida basura y el consumo de cafeína. En definitiva, comportamientos saludables ligados al bienestar. Su grupo analizó estos elementos en 17 muestras diferentes, con casi 5.000 personas.

"Lo que encontramos es que, en cada una de las muestras, si es más probable que tenga una actitud de gratitud, también es más probable que adopte conductas saludables, lo que también han sugerido otros estudios".

Así podemos concluir que no es suficiente decir “gracias”, es necesario sentir, vivir conscientemente en estado de gratitud, y eso nos traerá una vida mucho más plena, con mucho menos dolor, llena de alegrías, vitalidad y prosperidad. Y yo les aseguro que es imposible sentir gratitud y angustia al mismo tiempo.

Consejos finales si deseas vivir en estado de gratitud:

1- Empieza a anotar tus bendiciones en tu diario de gratitud o escríbelas en papelitos y luego mételos en un pote de gratitud. Así en momentos difíciles retira algunos y recuerda cuántas cosas buenas ya has vivido. Eso te lleva a otro nivel de vibración más elevada.

2- Ocúpate de tu estado interno, todas las mañanas ejercítate con la gratitud, iniciando tus días con una actitud positiva. Sé agradecido.

3- Practica la Meditación todas las mañanas, y experimenta pensar en los diversos motivos que tienes para sentir gratitud, y termina tu día reflexionando sobre las mejores acciones, hechos y pensamientos que te ocurrieran durante el mismo.

Esos hábitos de gratitud elevan nuestra frecuencia vibratoria, y cuando agradecemos por algo el Universo entiende que deseamos más de eso y es así que cuanto más agradecemos más cosas buenas tendremos.

“No es que las personas felices sean agradecidas. Son las personas agradecidas las que son felices.”

¡Gracias por estar aquí, gracias por poder ayudar a más personas que puedan ser más felices! 😊 😊 😊

 
 

EL OTOÑO, LA MÁS BELLA DE LAS ESTACIONES



            A mí siempre me encantó el otoño y las hojas cayendo, los árboles que se van desvistiendo de las ilusiones, todo eso me trae profundas reflexiones. Es maravilloso ver que todo son ciclos de vida. Después del duro y frío invierno, viene la primavera llena de promesas. Y luego el verano con toda su plenitud…

         En algunas comunidades indígenas de mi país el otoño de la vida es la estación de la sabiduría y los ancianos son respetados, escuchados, venerados. Así era entre los Incas, ese pueblo sabio que habitó América del Sur antes de la colonización europea, y así como en el oriente, donde los mayores son los que poseen el conocimiento de la experiencia… Los cabellos plateados son admirados como motivo de orgullo y respeto de toda la familia.

         Son los mayores los responsables de transmitir la cultura y los valores familiares a los niños. Son los abuelos los que nos cuentan las historias de vida de nuestros ancestros… y podemos aprender mucho con ellos.

       En este momento en que tantas personas han perdido por el coronavirus a sus abuelos, quiero prestarles a ellos este justo homenaje, especialmente a mi abuelo querido que siempre fue mi inspiración de fuerza, coraje y determinación. Delante del dolor de perder a su amada esposa en la flor de la juventud, dejándole diez hijos pequeños, también enterró a su hijo mayor con 26 años de edad, a su hija con la cual tenía más afinidad y a su hijo menor en la primavera de la vida. Siempre fue un ejemplo de aceptación y coraje. Siempre alegre, me aconsejaba a pensar y tomar mis propias decisiones de acuerdo con mi corazón y mi razón, y a creer sobre todo en mis sueños. Decía que debemos ser iguales al vino, cuanto más viejo, mejor. A mi abuela Ana, la recuerdo como una mujer trabajadora, guerrera, que estaba adelantada a su tiempo. Una mujer que, en inicio del siglo XX, administraba con determinación y competencia su hacienda.  Ella era una artesana maravillosa y siempre me decía que las mujeres éramos capaces de todo lo que nos propongamos hacer, que debemos ser corajosas y fuertes, y jamás olvidar quiénes somos.

        Hoy en día vemos muchas veces, a los ancianos maltratados, internados en las casas de reposo, tristes y sin el amor de los suyos. Otras veces son explotados por los familiares que disfrutan de sus pensiones y los tratan como si fuesen un estorbo, sin utilidad… Tal vez esa sea una de las lecciones que nos trae el covid-19: que aprendamos a valorar aquellos que ya pasaron por las otras estaciones de la vida y ahora están en el otoño, que los valoremos y tratemos de aprender con ellos mientras están con nosotros, pues de un momento a otro podrán no estar más…

Quiero citar ahora un lindo texto que trata del tema con mucha leveza:

Cuando llega el otoño.

“Cuando llega el otoño, las hojas de los árboles cambian sus tonos de verde a una variedad incomparable de colores.

Si la primavera es una explosión de flores y perfumes, la temporada del otoño es la de los colores más exuberantes, que van desde el naranja y, amarillo, al rojo…

Y se quedarán así, cambiando los tonos, sorprendiéndonos todos los días, durante los meses en que se preparan para vestirse de invierno.

Otras simplemente van, gradualmente, cayéndose al suelo, una por una, como en un desmayo constante, desnudando las ramas y formando arabescos y alfombras en las aceras, plazas y calles.

En nuestras vidas, las estaciones también se presentan. Y en el otoño de la edad, algunos de nosotros decidimos dejar de vivir.

Observamos la cara, que presenta las líneas formadas por el tiempo y decimos que estamos al final de la vida.

La juventud pasó. El entusiasmo pasó. La alegría de vivir pasó. Los sueños fueron almacenados para siempre.

A veces, algo dramáticos, incluso agregamos: Ahora, solo falta esperar la muerte.

Y si somos incentivados a aprovechar las horas que tenemos, con lecturas, estudio, algo que nos ilustre un poco más, invocamos las vacilaciones de la memoria, las dificultades de guardar informaciones.

Un verdadero declive, dicen algunos.  Sin embargo, deberíamos aprender de la naturaleza.

La primavera es la estación de las flores, de los días templados, de la profusión de frutos que se extienden por los huertos.

En verano, los colores cálidos se presentan con todo el vigor. Los arbustos con su perennidad se visten de un verde más intenso.

Y cuando llega el invierno, ella se deja desvestir por los vientos helados, las lluvias insistentes, por la escarcha que se extiende blanca y fría.

Parece quedarse dormida. Es una especie de reclusión para, luego, despertar gloriosamente con los besos de la primavera que se permite repetir en belleza y colores.

Y la temporada de otoño es exactamente la de los días lentos, del sol cálido y perezoso, de las hojas que caen.

Podríamos vivir así, considerando la infancia como la primavera, época de aprovechar toda la diversión, los días sin preocupaciones y abundancia de horas.

Luego, en la madurez del verano, mostramos nuestras producciones, marcando nuestro paso por el mundo.

Y en el otoño, aprovechamos la oportunidad para demostrar todos nuestros matices logrados durante las primeras estaciones.

Demostrar nuestra habilidad como profesional, que ha pasado por los años, esmerándose en la calificación; como un ser humano que experimentó días difíciles, experimentó la alegría y la tristeza, fue testigo del progreso que se avecinaba y necesitó adaptarse.

Demostrar nuestra cualidad de amante de las cosas bellas, que se dedica durante horas para contemplar los días de luz.

Pensemos en ello y vivamos mejor esta temporada de otoño que a veces nos llega con algunas limitaciones, pero ciertamente llena de oportunidades para disfrutar cada hora en su totalidad.

Usemos sabiamente el tiempo que tenemos, conviviendo con la familia más de cerca, compartiendo los logros alcanzados.”

No es porque en este momento dicen que estamos en el “grupo de riesgo” que no podemos disfrutar de buenas lecturas, deleitarnos con la belleza eterna de la música clásica, ver buenas películas o simplemente quedarnos junto a los nuestros, recordando las lindas historias de luchas y aprendizajes guardadas en nuestra memoria. Y, seguro, todos tenemos maravillosas historias que contar… porque la más bella historia es la que vivimos y escribimos en cada página del libro de nuestra vida.

(Adaptado de la Redacción del Momento Espírita.
El 14.7.2020 por Sueli Claret.)




 


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