LA FRUSTRACIÓN
¿Has pensado alguna vez que tu vida es un fracaso porque no has conseguido hasta ahora hacer lo que realmente querías? Si es así, eres una persona frustrada. Y hay muchas personas que se sienten frustradas porque ocupan un empleo que no les gusta, porque no han alcanzado el nivel de estudios que esperaban, o porque no disfrutan de una economía importante. El problema de estas personas es que se habían fijado unas metas que no han podido alcanzar. Hay quien idealiza su futuro desde la infancia, y vive esperanzado en la materialización de lo que no es más que una fantasía. Aquí la mente pensante le juega una mala pasada. Algunos tratan de conformarse con su situación y así acallar los ruidos mentales que les hacen sentirse mal.
Nuestra sociedad está llena de personas frustradas. Todas ellas se han dejado arrastrar por las actitudes negativas. Vivimos inmersos en un mundo en el que para una gran parte de la humanidad el nivel educativo y el nivel económico son fundamentales en la vida. La gente vive obsesionada por el consumismo, todos quieren tener más y más cosas, atraídos por los cantos de sirenas de las campañas publicitarias.
He aquí algunas de las frustraciones más comunes
· El trabajo: La persona está abatida porque su actual profesión no es la que soñaba desempeñar. A cualquiera le encantaría trabajar en lo que más le gusta y tener un buen sueldo, pero esto no es fácil de conseguir. En lugar de lamentarse hay que pensar que hay muchas personas sin empleo y que desearían tener el que la persona frustrada tiene.
· Dinero: A veces la causa del abatimiento es no haber conseguido ganar más dinero o tener más bienes materiales, para disfrutar de un nivel económico que otras personas poseen. En estos casos lo aconsejable es tener presente que tener más bienes materiales no garantiza la felicidad.
· Relaciones sentimentales: Es fácil formarse una imagen mental de la persona que se querría tener como compañero/a sentimental. Otra cosa es que esa persona exista y se la pueda encontrar. Por otro lado, muchas personas exigen de otras los que ellas mismas no tienen. Quizás tengas ya una pareja que no responde a tus fantasías y te sientas por ello también frustrado. Si es así, deberías reflexionar si a ella no puede estarle pasando lo mismo, si tú no eres para nada el hombre o la mujer de sus sueños. Lo importante es que seas realista y procures mirar más sus rasgos positivos e incluso ayudarle a desarrollarlos para que sean los que prevalezcan.
No tener hijos: Puede que la frustración de una persona sea por no tener hijos. Hay parejas que se desesperan porque pasa el tiempo y la mujer no se queda embarazada. La medicina actual ofrece tratamientos muy novedosos para las parejas que no pueden tener hijos. Aun así, estos métodos no siempre dan resultado y entonces la frustración de la pareja es aún mayor. Más de uno debería preguntarse si está realmente preparado para asumir el difícil papel de padre o madre. Por otro lado, no deben perder de vista que un hijo no es siempre una fuente de dicha, sino a veces todo lo contrario. Por otra parte si el deseo de tener un hijo es auténticamente positivo, siempre queda la posibilidad de adoptar un niño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario