UN LINDO CUENTO SOBRE LA EXISTENCIA DEL CREADOR
Se cuenta que un viejo árabe analfabeto rezaba con tal fervor y afecto todas las noches que, un día, el rico jefe de una gran caravana lo llamó a su presencia y le preguntó:
– ¿Por qué rezas con tanta fe? ¿Cómo sabes que Dios existe si ni siquiera sabes leer? ´-
El fiel creyente respondió:
– Gran Señor, conozco la existencia de Nuestro Padre Celestial a través de sus señales.
- ¿Como es esto? – preguntó el jefe asombrado. El humilde servidor explicó:
– Cuando recibes una carta de una persona ausente, ¿cómo reconoces quién la escribió?
– Por la letra.
Cuando recibes una joya, ¿cómo sabes quién la fabricó?
– Por la marca del orfebre.
El empleado sonrió y añadió:
– Cuando se oyen pasos de animales alrededor de la tienda, ¿cómo se sabe después si se trata de una oveja, un caballo o un buey?
– Por las huellas – respondió el jefe sorprendido. Entonces el anciano creyente lo invitó a salir de la tienda y, mostrándole el cielo, donde brillaba la Luna, rodeada de multitud de estrellas, exclamó respetuosamente:
– ¡Señor, esas señales de ahí arriba no pueden ser de los hombres!
En ese momento, el orgulloso caravanero, con los ojos llenos de lágrimas, se arrodilló en la arena y comenzó a orar también.
(Escrito por Xavier, Francisco Cândido. Da obra: Pai Nosso. Ditado pelo Espírito Meimei. 19a edição. Rio de Janeiro, RJ: FEB, 19)
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