CÓMO AUMENTAR LA FUERZA DE VOLUNTAD
Rafael Rivera
Se entiende por voluntad la capacidad que tiene el ser humano de elegir entre realizar un acto determinado o no. Todas las personas realizan acciones voluntarias y acciones involuntarias. Los primeros son producto de un proceso mental que tiene diferentes fases, como el estímulo y la acción. La persona primero se siente motivada a hacer algo, luego procesa ese deseo en su mente con la razón para tomar la decisión que cree que es la mejor y finalmente toma acción. Las acciones involuntarias son aquellas que se realizan como un acto reflejo, como por ejemplo respirar y protegerse con las manos la cabeza en caso de accidente.
Es un hecho que quien domina su voluntad puede dominar su propio destino. Una voluntad firme y bien desarrollada es un poder muy grande que puede ayudarnos mucho a vivir mejor. Con ella podremos adquirir serenidad, aprender a controlar nuestra energía, utilizándose convenientemente y ser capaces de grandes esfuerzos. Para un buen desarrollo personal y espiritual es necesaria mucha fuerza de voluntad, de lo contrario será difícil superar las dificultades. Una persona sin voluntad firme se rinde ante el primer obstáculo y es incapaz de mantener una actitud tranquila y positiva ante un acontecimiento adverso.
¿Y cómo podemos aumentar nuestra fuerza de voluntad? Veamos algunos ejemplos de lo que se puede hacer:
• Hacer habitualmente cosas que no se hacen a diario por pereza. Por ejemplo, dejar el coche en casa y caminar hasta el trabajo, organizar un cajón del armario cada día o levantarse más temprano por la mañana.
• Hacer cosas nuevas que requieran esfuerzo físico. Realice caminatas largas, pasee al perro, evite usar los ascensores de los edificios y suba escaleras.
• Hacer cosas nuevas que requieran esfuerzo mental. Si no te gusta leer, elige un libro y comprométete a leer al menos un capítulo al día, concentrándose en la lectura.
• Evitar la excitación, la ansiedad y el nerviosismo, intentando mantener la calma ante cualquier situación.• Dedica unos minutos diarios a realizar ejercicios de relajación.
• Ante el nerviosismo, repita mentalmente: “Estoy tranquilo, sereno, imperturbable”, o bien: “Mi voluntad es fuerte; puedo superar con calma cualquier inconveniente”.
• Aprender la capacidad de absorberse completamente en su trabajo, analizando claramente un problema o tarea. Si lo que estás haciendo te cansa, tómate un descanso de unos minutos, cierra los ojos y deja que tu mente se relaje con una imagen que realmente te guste.
Hemos visto que es muy importante fortalecer nuestra fuerza de voluntad para superar las dificultades y avanzar en nuestro desarrollo personal y espiritual.
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